La resiliencia, en términos psicológicos, se define como un proceso dinámico que presentan los individuos cuando se encuentran con una adversidad significativa que represente una fuente importante de estrés. La resiliencia es un constructo de dos dimensiones sobre la exposición a la adversidad y los resultados de ajuste positivo sobre esa adversidad. Estas dos dimensiones implican la construcción de dos sentencias: una sobre una "adaptación positiva"y el otro sobre la importancia de riesgo (o adversidad). Un alto grado de resiliencia de una comunidad se manifestó, sobre adaptación positiva, en la respuesta de la comunidad neoyorquina y ausencia de angustia psiquiátrica después de los ataques terroristas del 11 de septiembre
